Por Teófilo Benítez Granados, Rector del Centro de Estudios Superiores en Ciencias Jurídicas y Criminológicas (CESCIJUC).
En 2024 alrededor de 400 mil jóvenes que concluirán el bachillerato no tendrán un lugar en las universidades del país, es decir, serán rechazados por las instituciones de educación superior.
Existe una brecha entre la oferta de lugares en universidades, planteles, programas y modalidades y las demandas y preferencias de los aspirantes a ingresar a ellas.
En los últimos 20 años la brecha de acceso a las universidades en el país se amplió en 17 entidades del país, mientras que en cinco estados: Oaxaca, Chiapas, Guerrero, Michoacán y Tlaxcala, aumentó de manera considerable. “(De continuar) las tendencias actuales las desigualdades continuarán ampliándose”, dice la SEP.
El documento explica que entre los ciclos 2018-2019 y 2021-2022, la tasa de absorción se redujo al pasar de 86.2 por ciento a 83.5 por ciento. Tal cifra quedó por debajo de la meta planteada al inicio de la actual administración gubernamental. La estimación es que faltan por crear hasta 155 mil lugares por año.
En el programa sectorial se planteaba incrementar la matrícula anualmente en 188 mil 961 estudiantes para alcanzar la meta de cobertura en la educación superior de 50 por ciento, pero la reducción del primer ingreso en los ciclos 2020-2021 y 2021- 2022 incidió en que los incrementos sólo fueran de 33 mil 308 y 67 mil 547 lugares, respectivamente, lo que resultó en un crecimiento por debajo de lo previsto.
Esto refleja el estancamiento presupuestal que se tuvo a lo largo del sexenio, en particular, las universidades públicas estatales. También representa el principal factor que detuvo el crecimiento de las oportunidades educativas.
Por otra parte, lograr la tasa absoluta de absorción en la educación superior es casi imposible, debido entre los egresados de bachillerato hay quienes salen sin las capacidades necesarias para ingresar a una universidad, otros por razones económicas o familiares optan por ingresar al mercado laboral en lugar de continuar sus estudios y hay otros que son rechazados.
En la Universidades para el Bienestar Benito Juárez señalan que hasta este momento se crearon 200 planteles en 31 entidades del país y tiene matriculados a 62 mil 775 jóvenes. Esa cantidad solo significa que contribuyeron a crear entre uno y 1.5 por ciento de la matrícula nacional que en este momento apenas supera los cinco millones de alumnos en la educación superior en el país.
Así, un programa de becas sin responsabilidad para los beneficiarios no hace que se incremente la tasa de cobertura, al contrario, presenta un marcado descenso. Y así, ¿carecemos ahora de opciones universitarias?