Por Jorge Manrique, Rector del Colegio Jurista y director general de Gobierno de Calidad, Consultoría de políticas públicas
Indagar en qué áreas la Inteligencia Artificial puede incrementar la productividad y ayudarnos a ser más competitivos es una tarea permanente que compete a todas las áreas de la empresa. Las inversiones generan gran interés al minimizar riesgos inherentes a decisiones equivocadas.
Actualmente, las universidades de negocios emplean modelos de aprendizaje automático para mejorar la forma en que los inversores asignan sus fondos.
Utópicamente, en los modelos económicos, los inversores toman decisiones perfectamente racionales, utilizan información perfecta y obtienen los mejores rendimientos posibles. No existen distracciones, confusiones ni errores. Pero esto no ocurre en la vida real.
Sin embargo, al emplear modelos de aprendizaje automático aumenta la forma en que los inversores asignan sus fondos. De hecho, resumir presentaciones regulatorias excesivas y complejas, permite a los inversores tomar decisiones más rápidas y precisas.
Hasta ahora, el ChatGPT, un chatbot con aplicaciones conversacionales, beneficia la capacidad para reducir la “paja” de las divulgaciones corporativas como los informes anuales. Al precisar la información los inversores potenciales se centran en tópicos trascendentales y eliminan los “distractores”.
Tradicionalmente, la información corporativa contiene información demasiado compleja. Además de impedir la comprensión para muchos inversores, también representa una veladura para las noticias negativas.
Cuando existe mayor claridad en los informes e información clara y sintetizada existe una estrecha correlación con las mejores decisiones de inversión. Asimismo, cuando existen errores ostensibles, el lenguaje empleado es más complejo y críptico. Es evidente el afán de ocultar noticias pesimistas.
Los informes más extensos también se asociaron con una caída de los precios de las acciones de una empresa. La prolijidad conduce a una disminución de hasta nueve puntos porcentuales en la velocidad para descubrir los precios de las acciones de una empresa. Simultáneamente aumenta 18 puntos porcentuales la diferencia entre el precio máximo que los compradores están dispuestos a pagar y el precio mínimo que los vendedores están dispuestos a aceptar. Cuanto mayor sea el diferencial entre la oferta y la demanda, más caro será operar.
La Inteligencia Artificial Generativa también es susceptible de emplearse en las conferencias telefónicas al generar la disminución de hasta cinco puntos porcentuales en la velocidad de descubrimiento de precios e incremento de 45 puntos porcentuales en el diferencial entre la oferta y la demanda.
Asimismo, ChatGPT puede ayudar a los inversores a dirigirse a áreas específicas de interés dentro de los informes financieros largos. Lo que ahora se estudia es si ChatGPT en su forma actual puede ayudar directamente a los inversores a construir mejores carteras o descubrir las acciones más lucrativas. Por lo pronto, estudiar detenidamente documentos complejos puede ayudar a procesar mejor la información más importante.