El obispo emérito de la Diócesis de Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, aseguró que no presentará ninguna denuncia por los hechos de los que fue víctima, tanto de su presunta desaparición, como de la “desinformación” que surgió después de que se diera a conocer el caso.
“En ejercicio de mis derechos constitucionales, no presentará ninguna denuncia contra las personas que tanto mal me han hecho”, dijo.
A través de un comunicado difundido por la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) indicó que está dispuesto a perdonar a todas las personas que lo dañaron, incluso a quienes lo revictimizaron.
“Con todo mi corazón perdono a todas las personas que me han hecho daño por los hechos de los que he sido víctima, así como a aquellos que me han revictimizado producto de la desinformación”, publicó.
Asimismo, solicitó a los medios de comunicación comprender y respetar su decisión, además de agradecer a las autoridades que colaboraron en su caso.