La crisis y la falta de ventas provocada por la aparición del coronavirus COVID-19 llevó a Isabel Rodríguez y León Campa a realizar cubrebocas para poder pagar el sueldo de sus empleados y evitar la quiebra de su empresa #Benik.
Antes de la crisis, los diseñadores industriales egresados de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), vendían con éxito sus productos como bolsas, cosmetiqueras y monederos con diseños mexicanos que incluían elementos de la cultura tradicional mexicana como el papel picado, listones, plumas, Día de Muertos, grabados de talavera y bordados en los que colaboran artesanos mexicanos.
Sus creaciones llegaron a museos como el MoMa Museo de Arte Moderno de NY, Moma Museo de Arte Moderno de Japón, Centre Pompidou de París, Musee Du Quai Branley, Musee de L´Orangerie en París, HIGH Museum of Art y Museo Dolores Olmedo de ciudad de México.
Sin embargo, la cuarentena por #COVID-19 ocasionó el cierre del taller de Benik en León, Guanajuato y con ello comenzó la incertidumbre y la falta de liquidez para pagarle a los empleados.
“Fue así que pensamos diseñar cubrebocas con la misma maquinaria e insumos con los que creamos algunos de nuestros productos, comenzamos a hacer pruebas hasta lograr un diseño de triple capa, lavable con un polímero no tejido que es el filtro del cubrebocas”, señaló Isabel Rodríguez, creadora de la marca #Benik.
Actualmente trabajan a toda su capacidad para poder cubrir la demanda de cubrebocas con pedidos que llegan desde Mérida, Puebla, Ciudad de México y Oaxaca y han podido lograr que su Pyme siga trabajando aún en tiempos de coronavirus.
