El presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó que sus adversarios desean que tenga conflictos con Claudia Sheinbaum, la próxima mandataria de México, lo cual no sucederá.
Durante su conferencia matutina en Palacio Nacional, López Obrador subrayó que a partir del 1 de octubre, cuando Sheinbaum asuma la presidencia, la “raya está pintada”.
Los opositores, según el presidente, buscan provocar una confrontación al hablar de marcar una separación, pero recordó que la Constitución establece que la presidenta, electa por el pueblo, comenzará sus funciones al final del último día de septiembre, momento en el cual él se convertirá en un ciudadano más.
“Los adversarios nuestros, que son muy elementales, muy obvios, quisieran que nos peleáramos, por eso hablan de pintar la raya”, dijo.
“Se olvidan que la raya está pintada porque la Constitución establece de que la presidenta de México, es electa por el pueblo y entra en funciones desde pasadas las 12 de la noche del día último de septiembre de este año y yo paso a ser un ciudadano, y ella se convierte en la titular del Poder Ejecutivo”, apuntó.
El presidente expresó su confianza en que Sheinbaum representará al pueblo de México con dignidad y que siempre la respetará.
“Ella va a representar al pueblo de México y estoy seguro de que lo hará con mucha dignidad. Ni yo soy un cacique ni ella es un pelele, somos compañeros en la transformación que hemos iniciado millones de mexicanos”, declaró.
Asimismo, reiteró su intención de retirarse de la vida pública y jubilarse.
López Obrador elogió a Sheinbaum, calificándola como una mujer inteligente, preparada, con experiencia, buenos sentimientos y honesta, considerándola una bendición para México.
Indicó que no habría problema en reunirse con ella si fuera necesario, aunque destacó la capacidad de Sheinbaum para manejar cualquier adversidad por sí misma.
López Obrador destacó la posición privilegiada de México en el mundo, atribuyendo este estatus a la fortaleza de su pueblo, trabajador y heredero de grandes culturas y civilizaciones, describiendo a México como una potencia cultural en un momento de esplendor.