PULSO
Eduardo Meraz
Mientras el presidente totalmente Palacio Nacional se entretiene con trenecitos y avioncitos en el sureste del país, el gobierno de Estados Unidos parece se le agotó la paciencia ante la parsimonia mexicana para combatir el tráfico de drogas, en particular el fentanilo.
La administración de Joe Biden acaba de anunciar la creación de una “fuerza de choque” contra el comercio ilegal del mencionado opioide. El nuevo grupo de acción “utilizará todas las herramientas a su disposición para desbaratar la capacidad de los narcotraficantes de vender este veneno en nuestro país”, afirmó la secretaria del Tesoro, Janet Yellen.
La información dada a conocer sobre este asunto, indica que la “fuerza de choque” será presidida por el subsecretario del Tesoro para terrorismo e inteligencia financiera, Brian Nelson, y el jefe de investigación criminal, James Lee.
El objetivo es identificar mejor el lavado de dinero, especialmente el realizado con criptomonedas, detectar la violación de sanciones impuestas a narcotraficantes y facilitar la colaboración con otros países, informó el Departamento del Tesoro.
El propio habitante temporal del palacete virreinal aceptó este lunes el encuentro de la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, con el titular de Hacienda mexicano, Rogelio Ramírez de la O.
El escalamiento en acciones más directas del gobierno norteamericano, de manera significativa se presenta en paralelo al inicio del proceso electoral de México, lo cual podría influir en presencia y actuación del crimen organizado, de aquí a la celebración de los comicios en junio venidero.
No se trata de una medida aislada. La semana pasada el mandatario palaciego informó del ingreso a nuestro país de elementos del ejército de Estados Unidos, supuestamente para capacitar a la milicia mexicana, luego del anuncio de las autoridades norteamericanas de que estarían atentas a la extradición a su nación de algunos narcotraficantes.
Además, hoy también se hizo pública la información sobre la compra de armas y municiones a Estados Unidos para las fuerzas armadas de México. La importación de armamento se disparó este año, según un análisis sobre las ventas legales, realizado por el Congreso de Norteamérica sobre América Latina (NACLA por sus siglas en inglés).
“En los primeros ocho meses de 2023, México compró casi 60 millones de dólares en armas de fuego, municiones, piezas y explosivos, más del doble de las exportaciones estadounidenses en cada uno de los últimos dos años completos”, indica el estudio.
“De enero a agosto, México importó 10.364 fusiles militares por un valor de más de 17 millones de dólares, tres veces el promedio anual de las exportaciones de este tipo a México en los últimos cuatro años, y municiones por valor de 21 millones de dólares”.
Para completar el cuadro, este lunes, el embajador de Estados Unidos en nuestro país, Ken Salazar, sostuvo reuniones con las precandidatas a la Presidencia de la República, Claudia Sheinbaum, del oficialismo, y Xóchitl Gálvez, de la alianza opositora; solo la segunda aludió a la necesidad de “fortalecer nuestra lucha coordinada contra el crimen organizado”.
Todos estos elementos revelan que el gobierno de Joe Biden ha hecho suya la letra de la canción de Willie Colón, “Idilio”, en la cual señala: “y se me agota ya la paciencia, por ti esperando”.
He dicho.
EFECTO DOMINÓ
Las balandronadas de los naranjas-guinda, luego del affaire Nuevo León, no sabe uno si se trata en realidad de una especie de burlesque político o el inicio de una sucesión dantesca.
@Edumermo