De acuerdo con Sixbell, 98% de líderes empresariales coinciden: es hora de potenciar el Big Data
En un mundo impulsado por el acceso instantáneo a la información, las empresas se encuentran en medio de un océano de datos en constante crecimiento. Cada interacción, cada transacción y cada clic genera información valiosa, desembocando en la generación anual de 2.5 quintillones de bytes de datos al día. Ante semejante volumen, emerge un desafío formidable: ¿cómo se convierten estas vastas montañas de datos en decisiones inteligentes y acciones precisas en favor de los negocios?
Históricamente, el análisis de datos se basaba en muestreos y estimaciones. Se requerían enormes inversiones de tiempo y recursos para analizar fragmentos del volumen total de información, un método que resultaba ineficiente y a menudo impreciso. Bajo esta metodología, las empresas luchaban por obtener una visión clara de sus operaciones y clientes para la toma de decisiones; las cuales se tomaban con base en aproximaciones, más que en certezas.
Pero, con la emergencia del Big Data, este paradigma cambió radicalmente. Más allá de la simple acumulación de información, el Big Data se enfoca en analizar, procesar y, lo más importante, utilizar estos datos de manera efectiva. Por lo tanto, permite a las empresas analizar grandes volúmenes de información en tiempo real, aprovechando algoritmos y técnicas avanzadas para extraer patrones, tendencias e insights valiosos. Estas capacidades han hecho que 97.2% de las organizaciones estén invirtiendo en inteligencia artificial y Big Data.
Los beneficios para el mundo empresarial son transformadores. Para empezar, el Big Data proporciona hallazgos más precisos sobre los mercados y los consumidores, permitiendo la toma de decisiones más informadas y estrategias más acertadas. Esto se traduce en una ventaja competitiva crucial en mercados saturados. Además, las empresas ahora tienen la capacidad de ofrecer servicios personalizados, adaptándose a las demandas y expectativas de los clientes, un factor clave en un mundo donde, tan solo en México, más del 60% de los consumidores prefieren una experiencia personalizada.
No solo esto, el Big Data también juega un papel fundamental en la detección de fraudes, especialmente en sectores como el financiero. Se estima que el costo promedio global de una violación de datos es de 4.35 millones de dólares; mientras que el costo promedio de una violación de datos en los Estados Unidos duplica esta cantidad, llegando a los 9.44 millones de dólares. Con el análisis en tiempo real de las transacciones, las empresas pueden identificar patrones anómalos y actuar de inmediato, evitando posibles pérdidas.
Por último, la experiencia del cliente (CX, por sus siglas en inglés) ha evolucionado enormemente gracias a estas capacidades. Ya no se trata solo de ofrecer un producto o servicio de calidad, sino de comprender en profundidad las necesidades y comportamientos de los clientes. El Big Data permite a las empresas prever problemas, anticiparse a las necesidades y ofrecer soluciones innovadoras que marquen la diferencia en el mercado.
Al hablar de innovación en Big Data hay que mencionar a los actores clave como Sixbell. Esta compañía se ha destacado como un líder en la revolución del Big Data en América Latina, ofreciendo soluciones que no solo gestionan enormes volúmenes de datos, sino que los transforman en estrategias de negocio viables y efectivas.
En resumen, el Big Data ha dejado de ser una simple moda tecnológica para consolidarse como el futuro de la toma de decisiones en los negocios. Aquellas empresas que sepan aprovechar su potencial, sin duda, liderarán el mercado en los próximos años.
Fuente Comunicae