Por Félix López, director de operaciones de Eureek’a, empresa de divulgación científica.

Cada vez estamos más cerca de develar el complejo nacimiento estelar.

Ahora un completo mapa de viveros estelares marca un importante avance en el camino por comprender los procesos que transforman el gas y el polvo cósmico en nuevas estrellas

Al utilizar el telescopio VISTA de ESO, un grupo de astrónomos creó un detallado atlas infrarrojo de cinco viveros o guarderías estelares cercanas, lo que logró más de un millón de imágenes. Los nuevos datos revelan estrellas jóvenes en formación, incrustadas en espesas nubes de polvo cósmico: son un paso clave para descifrar cada detalle del complejo ciclo a través del cual nace una nueva estrella en el Universo.

El nuevo estudio liderado por el astrónomo Stefan Meingast, de la Universidad de Viena, en Austria, deriva en la creación de un extenso mapa de viveros estelares en una zona clave del cosmos. Gracias al Visible and Infrared Survey Telescope for Astronomy (VISTA), del Observatorio Europeo Austral (ESO), los científicos obtuvieron un atlas infrarrojo que revela estrellas jóvenes en formación, insertas en un contexto dominado por espesas nubes de polvo.

Según las conclusiones de la investigación, publicada recientemente en la revista Astronomy & Astrophysics, los enormes mosaicos, que concentran más de un millón de imágenes de diversas zonas del espacio, permitirán resolver varios de los enigmas inherentes al proceso de formación estelar, un ciclo de gran complejidad cuyos detalles nos hablan tanto de la historia como del futuro del Universo.

En estas imágenes se logran detectar incluso las fuentes de luz más tenues, como estrellas menos masivas que el Sol, que revelan objetos que nadie había visto anteriormente. Esto nos permitirá comprender los procesos que transforman el gas y el polvo en estrellas.

Vale mencionar que el equipo estudió cinco regiones cercanas de formación estelar con el telescopio VISTA, en el Observatorio Paranal de ESO en Chile.

En general, los astrónomos saben que las estrellas se forman cuando las nubes de gas y polvo cósmico colapsan por su propia gravedad. Sin embargo, los detalles en torno a este proceso aún no se entienden completamente. Por ejemplo, no es posible determinar aún cuántas estrellas nacen de una nube, cuál es su masa o cuántas de ellas estarán acompañadas por nuevos planetas y conformarán estructuras similares al Sistema Solar.

Para resolver estas cuestiones, Meingast y sus colegas utilizaron la cámara infrarroja VIRCAM de VISTA, y capturaron la luz proveniente de las profundidades de las nubes de polvo. El polvo cósmico oscurece estas estrellas jóvenes y las hace invisibles para el ojo humano: solo en longitudes de onda infrarrojas podemos observar hacia el interior de estas estructuras y arrojar luz sobre cómo se forman realmente las nuevas estrellas.

Los científicos apreciaron regiones de formación de estrellas en las constelaciones de Orión, Ophiuchus, Chamaeleon, Corona Australis y Lupus. Estas zonas se encuentran a menos de 1.500 años luz de distancia de la Tierra y abarcan un área enorme en el cielo. Desde la Tierra, el cambio aparente de estas estrellas se observa de la misma forma que si intentáramos apreciar el ancho de un cabello humano visto desde 10 kilómetros de distancia.

Este estudio sienta las bases para futuras observaciones con otros telescopios más avanzados, como por ejemplo el Extremely Large Telescope (ELT) de ESO, actualmente en construcción en Chile y que comenzará a operar sobre finales de esta década. Los astrónomos creen que el ELT les permitirá acercarse a regiones específicas con un nivel de detalle sin precedentes, lo que aportará una vista de primer plano de las estrellas individuales que se forman actualmente, una proeza nunca concretada hasta hoy.

Para más información: VISIONS: the VISTA Star Formation Atlas. Stefan Meingast et al. Astronomy & Astrophysics (2023). DOI:https://doi.org/10.1051/0004-6361/202245771