Por Félix López, director de Eurekk’a, empresa de divulgación científica

La educación se convierte en la brújula para evaluar nuevas tecnologías. Es como si todo el potencial pudiera discernirse en esta área. Esto ocurre con algunas soluciones de Inteligencia Artificial Generativa como los ChatGPT.

Desde su lanzamiento público a finales de 2022, ChatGPT, el chatbot de inteligencia artificial (IA) desarrollado por OpenAI , experimenta un rápido crecimiento y una adopción generalizada. Su papel en la educación, sin embargo, es controversial.

Algunos lo ven como una herramienta para mejorar el aprendizaje y reducir la carga de trabajo de los docentes, otros lo perciben como una amenaza a la integridad que abre la puerta al engaño y al plagio.

ChatGPT representa un punto de inflexión en el desarrollo de la IA y requiere una conversación seria sobre los beneficios, desafíos e implicaciones para las escuelas y los estudiantes.

Esta tecnología de asistencia produce texto, lanza ideas y juega con ellas, es transformador. Históricamente, la mayoría de las innovaciones de comunicación tratan de mejorar el intercambio de significado y evitar malentendidos. La educación, en muchos sentidos, también se ocupa de esto.

Ahora, tenemos que ir más allá de pensar puramente en términos de distopismo o refuerzo: ChatGPT trae nuevas oportunidades y representa mayor complejidad. Aunque hasta ahora se retrata como una herramienta para la creación de contenido, es probablemente su función más débil. Sobresale es en la manipulación de la estructura y la forma.

Entonces, la pregunta no es si usar ChatGPT en las escuelas, sino cómo hacerlo de manera segura, efectiva y apropiada. Las escuelas deben tomar la iniciativa y resolverlo, o arriesgarse a ponerse a sí mismas y a sus estudiantes en desventaja.

Algunas de las formas en que ChatGPT puede cambiar la forma en que las personas enseñan y aprenden en universidades y / o escuelas es que puede ayudar a los estudiantes a presentar ideas de una manera clara y organizada y en la forma correcta, lo que permitirá a los profesores centrarse en las ideas.

En el proceso, podría cambiar el enfoque de la educación hacia el pensamiento crítico y las grandes preguntas. Debido a que también puede resumir un argumento, conocimiento y conceptos, existe un potencial real para ayudar con la evaluación formativa, especialmente en situaciones donde los maestros tienen un tiempo limitado.

ChatGPT puede incitar a los estudiantes a verificar las afirmaciones, buscar más detalles y desafiar la información.

No es una fuente de inteligencia y conocimiento informativo definitivos,  confiable e independiente. No puede eliminarse al operador humano de ChatGPT. El desafío para los educadores es investigar sus capacidades y limitaciones y hacer que funcione para ellos.

Es una herramienta de asistencia: su valor principal es que puede transformar la estructura y la forma del texto al tiempo que mantiene y estabiliza el significado. Los educadores deben ser conscientes de esto y resaltar sus limitaciones como fuente de conocimiento.