PULSO

Eduardo Meraz

Mientras las aspirantes presidenciales de las alianzas oficialista y opositora difunden estar empapadas -por sus entrevistas con el Papa Francisco-, el habitante temporal de Palacio Nacional pena por esos suntuosos pasillos, al darse a conocer un nuevo capítulo de “aportaciones non santas” a, al menos, una de sus campañas para llegar al poder.

En busca de alcanzar dones, parabienes y, tal vez, bendiciones a sus aspiraciones de dirigir los destinos de México, tanto Claudia Sheinbaum como Xóchitl Gálvez, acudieron esta semana a ver al Sumo Pontífice. Tal vez en su fuero interno, sintieron estar a punto de tocar el cielo.

En tanto el mandatario palaciego, cuya fecha de caducidad se aproxima a pasos acelerados, siente el fuego cada vez más cerca de los aparejos, pues está cierto de la inminente y temida condena ciudadana, la cual va más allá de los cientos de millones de vistas a un hashtag, como paso previo al infierno de la ignominia.-

La nueva revelación -para nada divina- sobre el financiamiento de un grupo del crimen organizado a la campaña presidencial de 2006 del actual ejecutivo federal, distinta de la investigación “cerrada” en Estados Unidos por el mismo motivo, abre serias dudas sobre la credibilidad y honorabilidad del mandatario.

Los moches, aportaciones o como se quiera llamar al ingreso de dinero ilícito a candidaturas, son difíciles de comprobar, pues casi nunca existen testimonios gráficos o documentos, pero la difusión de dos señalamientos iguales ya son tendencia.

Propensión copiada por ciertos distinguidos cuatroteístas aspirantes a obtener el bastón de mando, cuyo gasto multimillonario en pinta de bardas, espectaculares, anuncios, acarreos y artículos promocionales fueron sumamente notorios y, en apariencia, no fluyó de las arcas morenistas.

Práctica que ya adquirió carta de naturalización entre los candidatos de Morena a algún cargo de elección popular, en especial entre los abanderados a la primera magistratura y a las nueve gubernaturas que habrán de renovarse.

Existe la posibilidad de que, en el actual proceso electoral, no se introduzcan  abundantedinero del crimen organizado, pero parece innegable el uso de recursos públicos en favor del partido en el poder, superiores a las prerrogativas de ley que se otorgan a los partidos políticos.

No se trata de constatar si recibió los recursos en propia mano. Como se ha visto en otras ocasiones -en donde sí existen evidencia irrefutables-, el dinero llega a través de intermediarios, hombres muy cercanos al presidente sin nombre y sin palabra; o bien, por medio de depósitos, no siempre provenientes del pueblo bueno y sabio, a cuentas bancarias, como el propio titular del ejecutivo reconoció hace algunos años.

El fin del mandato del presidente totalmente Palacio Nacional no parece será terso. Es previsible la continuidad en la divulgación de actos de corrupción y de apoyos ilícitos al gobierno, actuales o pasados, lo que convertirá sus días finales en un infierno.

En contraste, Xóchitl Gálvez y Claudia Sheinbaum pueden caer en la tentación de creer que su encuentro con el Papa Francisco es el equivalente a la redención que les garantice el voto ciudadano.

Sin embargo, el desordenado y maltratado país que alguna de las dos recibirá está muy lejos de ser el cielo prometido; más bien, habrán de trabajar arduamente para recuperar el paraíso perdido.

He dicho.

EFECTO DOMINÓ

El cotidiano asesinato de políticos, que en fechas recientes afecta mayormente a militantes de Morena, habla de fisuras o franco rompimiento de pactos previos.

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@Edumermo