Por Teófilo Benítez Granados, Rector del Centro de Estudios Superiores en Ciencias Jurídicas y Criminológicas (CESCIJUC)

El desarrollo de las naciones está centrado no sólo en la explotación de la naturaleza, propiamente de los recursos naturales, sino en la producción de conocimientos, lo cual obliga a que las naciones que buscan el desarrollo fomenten la investigación.

Las reformas educativas están encaminadas a la formación “para toda la vida”…dado que las economías sólo serán competitivas si su mano de obra se recicla y pone al día sus capacidades.

Sin duda se busca la conformación, o más bien la consolidación, de una sociedad del conocimiento desde 1990, como respuesta a la sociedad de la información, caracterizada por la gran cantidad de datos gracias al surgimiento de Internet.

De esta manera, la sociedad del conocimiento se presenta como un modelo de mejora en el desarrollo mundial, gracias al uso de las redes de información y al surgimiento de nuevas tecnologías.

Estos desarrollos posibilitan implementar modelos educativos para el desarrollo permanente, de ahí el impulso a la enseñanza a distancia e individualizada, que generan cada vez más ambientes virtuales de aprendizaje.

Los posibles motivos del cambio curricular son económicos, tecnológicos, ambientales, políticos y sociales.

En los económicos debe destacarse la evolución de las pautas de producción y comercio, la privatización y liberación económicas, nuevas economías basadas en el conocimiento, desempleo y mayor incidencia de la pobreza.

En tanto, en la tecnología sobresale la aceleración de las tecnologías de la información y comunicación. (TIC).

Sobre las circunstancias ambientales aparecen la contaminación y agotamiento de los recursos naturales así como el calentamiento global.

Respecto a los móviles económicos destaca la transición a sistemas más abiertos de participación política y nuevas normas internacionales.

Finalmente, en los aspectos sociales aparecen la propagación de enfermedades y pandemias, divisiones socioeconómicas y la exclusión, flujos migratorios y mayor incidencia a la violencia.

En este contexto la comunidad europea se reúne no sólo para aspirar al liderazgo en el contexto económico, sino también en la seguridad social y en los sistemas educativos.

Europa ahora desarrolla diversos programas y estrategias donde se destaca el desarrollo de conocimientos, la investigación y formación. En esto, los jóvenes juegan un papel fundamental en la nueva economía basada en el conocimiento-

Este nuevo paradigma permite el desarrollo de los países mediante el crecimiento y el empleo, fomenta la cohesión social y la ciudadanía responsable. Existe una estrecha educación entre educación, economía y trabajo.

Sin embargo, requiere un profundo cambio en la estructura social, política, económica y educativa.

Mejorar la calidad y eficiencia de los sistemas de educación, facilitar el acceso de todos a la educación y formación y abrir la educación y formación a un mundo más amplio son los objetivos a perseguir. Y basado en tales parámetros, la sociedad del conocimiento está más vigente y viva que nunca.