Por Teófilo Benítez Granados, Rector del Centro de Estudios Superiores en Ciencias Jurídicas y Criminológicas (CESCIJUC)
Un programa de postdoctorado está enfocado casi exclusivamente a investigaciones científicas o tecnológicas. Es decir, aquellas que conduzcan a generar nuevos conocimientos o aplicaciones previstas a través de hipótesis de trabajos, explicadas en la propuesta,
Desde esta perspectiva, quien realiza investigación posdoctoral, generalmente lo hace desde una plataforma académica, con el respaldo de una institución de educación superior o de un instituto de investigación.
Así, tal investigación científica, se lleva a cabo por alguien que completó sus estudios de doctorado. El objetivo es profundizar en el conocimiento de un tema especializado y sigue la estructura protocolaria de un anteproyecto de investigación.
En este tipo de investigación no es suficiente elegir y redactar el tema de investigación, se requiere de una previa inspiración teórica especializada. Implica conocer las ideas fundamentales del tema de investigación, así como las teorías, conceptos y definiciones. De una idea panorámica se trasladan ideas y conceptos especializados. Para ello es importante un planteamiento del problema con todo rigor científico.
Las investigaciones posdoctorales no se dirigen hacia iniciativas de creación artística, recopilaciones, confección de catálogos o inventarios, impresión de libros, ensayos, traducciones, material audiovisual, textos de enseñanza a otras actividades análogas.
El objetivo de un postdoctorado se centra en el propósito de estimular la vitalidad y creatividad de los propios científicos, propiciar su integración a grupos de investigación para enriquecer la superación académica, principalmente, al procurar la participación de alumnos que ya realizaron estudios de doctorado.
Al fortalecer el quehacer científico y docente de alto nivel, se apoya a la sociedad en general y se robustece a las instituciones de educación superior. La investigación posdoctoral puede ser financiada a través de un nombramiento de una institución, con una beca o un patrocinador.
Según el tipo de nombramiento, los investigadores postdoctorales pueden trabajar de forma independiente o bajo la supervisión de un investigador principal.
Se espera que los productos investigados, mostrados en artículos o en libros, tengan un impacto relevante. Desde ese punto se parte para la participación y organización de coloquios, mesas redondas, conferencias y foros de difusión, donde se confrontan y discuten los resultados obtenidos.
Es ampliamente reconocido el hecho de que la mejora educativa y la mejor inversión económica en investigación fomentaría en nuestro país la acumulación de capital humano y reduciría el grado de desigualdad en los ingresos.
Según estimaciones de la Organización Para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), la persistentemente amplia brecha del PIB per cápita de México en relación con la mitad superior de la OCDE, se debe a un bajo nivel y a una baja tasa de crecimiento de la productividad laboral. En ese informe, la OCDE identifica como prioridades para México aumentar el logro educativo.
El hecho es que en México no invierte lo suficiente en investigación, tampoco crea nuevos institutos de investigación. Además de todo esto, no existen elementos propositivos en la Secretaría de Educación Pública para promover los estudios e investigaciones posdoctorales.
Es momento de enfocarnos en la contribución de los posdoctorados a la investigación en el país. Es un elemento definitorio del crecimiento y la productividad.