Brenda Calderón

Hace tiempo un buen amigo jurista me comentó que no había que hacer leyes desde la experiencia personal, porque la emoción y la pasión se imponían; me desconcertó su opinión. Hoy me doy cuenta lo mucho que esta persona estaba equivocada. Las leyes son para los seres humanos y también deben nacer desde nuestras vivencias, desgracias, dolores, experiencias, sentimientos y emociones, porque deben estar ahí para regular y dar justicia a las personas en todos los ámbitos de la existencia humana.

En la sociedad actual, los derechos de las niñas, niños y adolescentes son una preocupación fundamental. Garantizar su bienestar, protección y desarrollo integral es una responsabilidad compartida que debe ser respaldada no sólo por un marco legal sólido, sino por un sistema de justicia íntegro y honesto.

En este sentido no sólo basta establecer leyes sólidas en favor de los derechos de los menores, sino que el sistema legal las aplique de manera efectiva y eficiente centrándose en dos aspectos cruciales: una vida libre de violencia y la obligación de los padres de proporcionar una pensión alimentaria.

  • Una vida libre de violencia:
  • El derecho a la protección contra todo tipo de violencia

Las niñas, niños y adolescentes tienen derecho a vivir en un entorno seguro, lejos de cualquier forma de violencia física, emocional o sexual. Es imprescindible que las leyes y las autoridades establezcan medidas de protección y prevención, así como sanciones para aquellos que violen estos derechos fundamentales. Además, es crucial promover programas educativos que fomenten la conciencia sobre la importancia de erradicar la violencia hacia los menores.

  • La necesidad de una respuesta legal efectiva

Es esencial contar con leyes claras y eficaces que protejan a los menores víctimas de violencia y garanticen una respuesta rápida y adecuada por parte de las autoridades competentes. Esto implica establecer procedimientos legales que brinden protección inmediata, así como sistemas de apoyo y rehabilitación para las víctimas.

  • La obligación de los padres de proporcionar una pensión alimentaria
  • El derecho a una vida digna y adecuada

Las niñas, niños y adolescentes tienen el derecho inherente a una vida digna y adecuada, lo que implica tener acceso a una alimentación nutritiva, vivienda, educación y atención médica. Los padres y madres tenemos la responsabilidad primordial de garantizar estas necesidades básicas, y las leyes deben asegurar que ambos padres (no sólo la madre) cumplan con la obligación de proporcionar una pensión alimentaria.

  • La importancia de un marco legal efectivo

Es fundamental que las leyes establezcan claramente las obligaciones de los padres en cuanto a la pensión alimentaria, definiendo montos justos y proporcionales a las necesidades del menor. Además, se deben establecer mecanismos legales para garantizar el cumplimiento de estas obligaciones, como la retención de salarios o la imposición de sanciones en caso de incumplimiento.

III. Protección de niñas, niños y adolescentes de padres desobligados

  • La responsabilidad compartida de ambos padres

La crianza de los hijos es una responsabilidad compartida entre ambos padres, y las leyes deben reconocer este principio. No debería recaer únicamente en las madres la responsabilidad de proporcionar sustento económico de los menores. Es esencial promover la corresponsabilidad parental y establecer leyes que refuercen este compromiso.

  • Mecanismos legales para la protección de los derechos de los menores

Las leyes deben ofrecer mecanismos legales que protejan a los menores de padres desobligados. Esto puede incluir la creación de agencias especializadas para la mediación y resolución de conflictos relacionados con la pensión alimentaria, así como la imposición de sanciones legales en caso de incumplimiento reiterado.

Conclusión

Establecer leyes en favor de los derechos de las niñas, niños y adolescentes es fundamental para garantizar una sociedad justa y equitativa. La protección de los menores contra la violencia y la obligación de los padres de proporcionar una pensión alimentaria son dos aspectos cruciales que deben ser abordados de manera efectiva. Solo a través de un marco legal sólido y su implementación adecuada, podemos garantizar el bienestar y el desarrollo integral de las generaciones futuras. La responsabilidad de proteger y cuidar a las niñas, niños y adolescentes es un compromiso compartido que debe ser respaldado por las leyes, autoridades y por toda la sociedad en su conjunto.