El gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, aseguró que privación de la libertad del periodista Jaime Barrera no se trató de un secuestro, ni intento de homicidio, sino que fue “otra cosa”.

Las declaraciones del mandatario estatal, se dieron horas después de la liberación del comunicador de 56 años, quien fue interceptado a la salida de su lugar de trabajo en la ciudad de Zapopan, la tarde del 11 de marzo.

“No fue un secuestro. No hubo una operación de rescate. No fue un robo. No fue un intento de homicidio. Fue otra cosa”, señaló Alfaro en su mensaje a medios de comunicación.

El gobernador dijo que la investigación sigue abierta y reconoció que hasta el momento no hay personas detenidas por los hechos. Pese a ello, señaló que lo más importante es que Jaime Barrera ya está con su familia y con buen estado de salud.

Sus declaraciones carecieron de detalles debido a la investigación en proceso, ya que aunque descarto el secuestro, el emecista mencionó que las autoridades si recibieron información sobre una presunta privación ilegal de la libertad 20 horas después de que sus familiares reportaron su desaparición.

Asimismo, dijo que se desconoce si se trató de un “mensaje” de parte del crimen organizado.

En declaraciones del propio Jaime Barrera, su desaparición no obedeció a un secuestro, sino una especie de advertencia.

Un grupo de entre tres y cuatro sujetos privaron de la libertad a Jaime Barrera, cuando el periodista se dirigía a su camioneta tras salir de su lugar de trabajo, ubicado en la colonia Jardines de San Ignacio, en el municipio de Zapopan.

Los hombres armados sometieron al comunicador y lo obligaron a subir a un vehículo tipo Sub, donde lo mantuvieron con las manos atadas y los ojos vendados. Aunque Barrera no logró abordar su camioneta Fiat de color gris, ésta fue localizada posteriormente en la colonia Unidad Fovissste.

El seguimiento de la camioneta fue hecha a través de las cámaras de seguridad.