Como resultado del 14 Congreso Internacional del Transporte (14 CIT), Jesús Padilla Zenteno, presidente honorario de la Asociación Mexicana de Transporte y Movilidad que cada año lo organiza, recogió que transportistas, empresas, academia, prestadores de servicios y autoridades “no tenemos que coincidir en todo, pero en una cosa sí, en que no nos podemos detener para poder procesar los cambios que exige la sociedad. Ni siquiera los que queremos, sino los que quiere y necesita la gente”.

El empresario transportista observó que “siempre tenemos que ver empáticamente, cambiarnos de zapatos y ver cómo la está pasando el que está enfrente de nosotros. Se nos olvida muy seguido, pero ya no manejamos la unidad, ya no manejamos el negocio y por eso se nos hace muy fácil que lo haga otro. Y es nuestra responsabilidad ver y velar por la gente, que es nuestro usuario, nuestro cliente” en un mundo donde “los problemas suben en elevador y las soluciones por las escaleras”.

A este comentario se sumó el actual presidente de la AMTM, Nicolás Rosales Pallares, quien argumentó que “la crisis del transporte público es un problema por resolver urgentemente en México y América Latina, y la solución requiere el esfuerzo unido y coordinado de los actores de esa industria, encaminado a la modernización y mejora del transporte en la región”.

En tal contexto, la Directora General del Sistema Metrobús de la CDMX, María del Rosario Castro Escorcia, aseguró que ese transporte público ha iniciado la transición a la electromovilidad, dejando atrás a otros combustibles tradicionales, con el objetivo de construir una ciudad limpia y con movilidad sustentable, y la Línea 3 de ese sistema es la punta de lanza del programa.

La línea 3 que recorre 20.4 kilómetros del Eje 1 Poniente y sus 72 autobuses movilizan cada día a 190 mil pasajeros en sus 38 estaciones. “La línea 3 del Metrobús es la primera ruta de transporte terrestre masivo que opera con vehículos eléctricos”, con 10 autobuses articulados con capacidad de 563 kwh, y 50 más con capacidad de 507 kwh, cuyas características principales son cero emisiones, ruido y vibraciones; menor costo de combustible y mantenimiento, y capacidad para 160 personas. Cada autobús mide 18 metros.

Además de contar con puertos USB y puertas retráctiles para disfrute y comodidad de los usuarios, cada unidad tiene autonomía de 330 kilómetros, y en materia de infraestructura de recarga, mencionó que se dispone de 32 cargadores con capacidad de hasta 180 kw, 3 transformadores de 1.5, 2.5 y 3.0 mva, y la potencia de 5.7 mw contratados a la Comisión Federal de Electricidad (CFE).

La funcionaria anotó que el rango de consumo de los autobuses eléctricos se ha mantenido entre 0.95 y 1.02 kwh/km. “Uno de los mayores beneficios es la reducción de 7,500 toneladas de CO2 anuales, equivalentes a lo que absorben 619 mil árboles en un año, lo que emiten 538 mil automóviles en un día, o 10 millones de focos encendidos durante 24 horas.

El Sistema Metrobús, expresó Castro Escorcia, incluye 7 líneas más servicio complementario, 164 kilómetros de extensión, 290 estaciones, 25 terminales, 830 autobuses y 1.8 millones de pasajeros transportados diariamente con el apoyo de 17 empresas concesionarias.

Luis Carlos Lara Damken, presidente de la Asociación Mexicana de Institutos Municipales de Planeación (AMIMP), por su parte comentó que 80% de los 2446 ayuntamientos en que administrativamente está dividido el país, no cuentan con programas municipales de desarrollo urbano, carecen de inventarios de gases y compuestos de efecto invernadero, no han realizado análisis de riesgo y vulnerabilidad climática, y consecuentemente, no tienen planes de acción climática.

Por tal motivo, destacó, existe ya una “reforma urbana tan importante para la población como las reformas política, educativa o energética, aunque no se le da la debida difusión”, con la actualización de la Ley General de Asentamientos Humanos, Ordenamiento Territorial y Desarrollo Urbano (LGAHOTYDU), que en noviembre de 2016 mandó a las entidades federativas contar con una nueva Ley Estatal sobre asentamientos humanos y desarrollo urbano, a más tardar en noviembre de 2017.

La LGAHOTYDU, que sustituye a la vigente desde hace más de 40 años, incorpora el derecho a la ciudad, la participación democrática, la transparencia en la planeación de las ciudades, el rescate del espacio público, la accesibilidad universal, la sustentabilidad, la gobernanza metropolitana, la resiliencia, y la movilidad sustentable, entre otros temas.

Con la idea de dar batalla a esas adversidades que afectan a la población en los aspectos social, económico y de salud, se creó el Pacto Global de Alcaldes por el Clima, que ya involucra a 10 mil 500 municipios de 141 países alrededor del mundo, beneficiando a 970 millones de personas, lo que representa casi el 11 por ciento de la población mundial.

“Juntos, podemos reducir 1.4 gigatones de ozono por año a partir de 2030, pues el Pacto Global de Alcaldes es la mayor alianza mundial de ciudades y municipios que lideran la lucha contra el cambio climático”, ilustró el especialista en su presentación electrónica y ante especialistas internacionales que asisten al Congreso de Transporte.

Actualmente, Brasil, México, Ecuador, Costa Rica, Chile, Colombia, Perú y Argentina cuentan con proyectos que los guiarán a la generación y acopio de estrategias nacionales. Respecto a los objetivos de la estrategia México, está encaminada a ser complemento de los esfuerzos que ya se realizan en torno a la acción climática, subrayó luego el experto.